Este tipo de azúcar es considerado una de las mayores causas de caries dentales, obesidad, arteriosclerosis y diabetes en personas propensas y de infertilidad en las mujeres.
El azúcar ha formado parte del hábito alimentario de la población mundial desde épocas remotas, e incluso se consumía en grandes proporciones en los banquetes de las cortes europeas o en los salones de la burguesía.
Pero en la actualidad la medicina moderna condena el consumo en exceso del azúcar refinado.
Endocrinólogos, cardiólogos, nutricionistas y dentistas son los especialistas que combaten con mayor vehemencia el consumo del azúcar refinado, visible en terrones o en polvo, pero invisible en tortas, caramelos o refrescos.
Este tipo de azúcar es considerado una de las mayores causas de caries dentales, obesidad, arteriosclerosis y diabetes en personas propensas y de infertilidad en las mujeres.
El azúcar refinado es de fácil digestión, razón por la cual pasa rápidamente al torrente sanguíneo, propiciando la liberación de insulina, una hormona que transforma el azúcar en grasa, sacándola rápidamente de circulación y provocando hipoglucemia (falta de azúcar). La hipoglucemia se manifiesta por síntomas como la somnolencia, cefalea, tensión nerviosa e irritabilidad.
Para los expertos, los azúcares existentes de forma natural en los alimentos hacen innecesario el consumo de azúcar refinado. De hecho, investigaciones médicas han demostrado que el origen de la dependencia orgánica del azúcar es, la mayoría de las veces, de origen psicológico.
Existen excepciones, como cuando se presenta la conocida hipoglucemia funcional (que se manifiesta con síntomas como temblores, mareos, sudoración, dolor de cabeza, palidez y desorientación). De presentarse estos síntomas es necesario ingerir una dosis de azúcar lo más rápidamente posible.
No obstante, es preciso tener en cuenta que el tratamiento de las hipoglucemias a largo plazo consiste en restringir el uso de azúcar en los momentos de crisis, reemplazándola por frutas.
«Los naturistas afirman que los pueblos primitivos, cuya dieta enfatizaba los alimentos en estado natural o levemente cocidos, no conocieron la diabetes, la obesidad ni las caries dentales», dijo Sánchez.
Postres sin remordimientos
En vista de las complicaciones que a veces conlleva el consumo de azúcar refinado, los científicos han tenido que ingeniárselas para que las personas puedan endulzar sus alimentos de una manera más natural. Tal es el caso de los edulcorantes, los cuales son una alternativa y permiten disfrutar del sabor dulce sin aportar calorías.
Tampoco produce caries y no influye en la glucemia o niveles de azúcar en la sangre. Se recomienda a personas con sobrepeso y que requieren de dietas hipocalóricas o padecen diabetes o hipertrigliceridemia, enfermedades en las que se requiere limitar y controlar la ingesta de azúcar.
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